Francisco se fue, pero nosotros nos quedamos
Francisco se fue, pero nosotros nos quedamos. Comencemos pues a abordar el desafío de “crear la civilización del amor” a través de un México solidario.
Se fue el Papa Francisco, pero se quedó con nosotros su mensaje y los desafíos que como sociedad debemos asumir y vencer para construir una nación con futuro y esperanza. El trabajo es ahora enteramente nuestro. Por eso iniciaremos un proceso de reflexión para la acción, tanto social y política desde Yo Influyo, como enteramente católica y evangelizadora desde Vox Fides.
Hoy más que nunca necesitamos un México fuerte, unido y siguiendo las reflexiones de nuestro invitado de honor, originario de tierras latinoamericanas y llegado desde Roma, dispuestos a “caminar juntos” hombro con hombro para construir una mejor sociedad desde lo más profundo de nuestra identidad reflejada en el Tepeyac, la Guadalupana que es la esencia de nuestra nación y de nuestra esperanza.
Desde ahí ser capaces de construir un nación de avanzada que promueva el bien común, en la que todos sus líderes sociales y políticos aprendan a “perder para poder ganar”, en la que aprendamos a “dialogar para confrontar” para crear y vivir la “cultura del encuentro”, y de esta forma ser capaces también de extraer “nuestra mayor riqueza” que es, a su vez, “nuestro tesoro, los jóvenes”, quienes también tendrán que trabajar para no dejarse llevar por la cultura del individualismo e ir “erradicando la cultura del descarte”.
México no puede seguir igual. Son evidentes nuestros problemas: la corrupción, las grandes diferencias sociales, la pobreza extrema, la exclusión, el narcotráfico y la delincuencia, la falta de diálogo y acuerdo.
Imaginemos por un momento que, como Francisco nos enseñó, seamos capaces de “vernos a los ojos” y descubrirnos cada uno como personas, hijos TODOS de Dios; y a partir de ahí, descubrir que todos somos dignos, que tenemos derecho de ser escuchados, pero también estar dispuestos a escuchar, convertir esto en una verdadera “escuchoterapia”. Así, desde nuestra “rica diversidad” y también desde nuestras diferencias, ser capaces de construir el “México que deseamos legar a las generaciones venideras”.
Francisco se fue, pero nosotros nos quedamos. Comencemos pues a abordar éste emocionante desafío de “crear la civilización del amor” a través de un México solidario.
@fsargomedo
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